La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en el mundo y también en España, representando el 29% de los fallecimientos totales. Aunque no es el único, mantener niveles elevados de colesterol, es uno de los principales factores de riesgo de este problema. La diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y una mala dieta son otras de las causas que favorecen su desarrollo.
Diferentes tratamientos, y a través de la suplementación, podemos controlar los niveles de colesterol, manteniendo una concentración baja en sangre del LDL (colesterol malo) y no extremadamente baja de HDL (colesterol bueno). Además, debemos sumar la adopción de un estilo de vida saludable: evitar el tabaco, mantener estable la tensión arterial y la glucosa, seguir una dieta saludable para tener un peso saludable y cierta actividad física cardiosaludable.
Colesterol y omega 3
El omega 3 es un ácido graso poliinsaturado que nuestro organismo no es capaz de sintetizar por sí mismo y es absolutamente necesario. De ahí la importancia de aportarlo en la dieta. Entre sus propiedades, destacamos sus beneficios para la salud del corazón, ya que este ácido tiene propiedades antiinflamatorias y anticoagulantes. También ayuda a reducir el nivel de colesterol, de triglicéridos y la presión sanguínea. Ahora sabemos su implicación en otros muchos procesos patológicos como la diabetes, los accidentes cerebrovasculares, algunos tipos de cáncer (de colón, de próstata o de mama), la artritis, el asma, la colitis ulcerosa, el dolor menstrual o la sequedad de la piel.
Existen dos tipos de ácidos grasos omega:
-EPA: Ácido eicosapentaenoico: Aporta beneficios a la circulación sanguínea y está implicado en la prevención de trastornos cardiovasculares (inflamaciones, artritis o trombos).
-DHA: Ácido docosahexaenoico: Su acción está dirigida al sistema nervioso central y pueden ayudar a aliviar síntomas como la depresión, las cefaleas, las migrañas, la esquizofrenia, la demencia, el Parkinson o el Alzheimer.
Estos ácidos grasos omega 3 pueden encontrarse en los siguientes alimentos: pescado azul (atún, salmón o caballa), marisco (gambas, ostras o mejillones), vegetales de hoja verde (espinacas, lechuga o pepino), aceites vegetales (de semillas, de linaza, de nueces, de oliva, de sésamo, de soja, etc), frutos secos (nueces, almendras).
Recomendaciones de suplementación por la AESAN
La AESAN (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) recomienda un consumo de 250 mg de omega 3 al día. Esta dosis es incluso insuficiente si comparamos con otras recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón (400 mg/día) o la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (300 mg/día de DHA y entre 500mg/día de la combinación de EPA y DHA).
“Estas dosis recomendadas son para sobrevivir, pero si queremos tener una adecuada protección cardiovascular y mantener nuestros niveles de inflamación controlados (y frenar por ende el envejecimiento), la suplementación resulta obligada”, explica Asun Arias, farmacéutica experta en gestión y formación. Gracias a su origen natural y sin efectos secundarios, los Omega 3 se encuentran en primera línea de la suplementación. “
Cardiox, con Omegatex®, fuente de Omega 3
Formulado y fabricado en España, este suplemento de Luxmetique se presenta en cápsulas softgel de gelatina blanda que permite una gran biodisponibilidad y enmascarar el sabor. “Cada perla contiene 2.500 mg de Omegatex®, una patente fuente de ácidos grasos omega 3 de máxima pureza y concentración en EPA. Obtenido de anchoa salvaje a través de un sistema de extracción con CO2 supercrítico que no deja residuos”, explica Julia Chacón, CEO y fundadora de Luxmetique. Además, contiene otros activos patentados de eficacia demostrada: Mediteanox®, fuente de hidroxitirosol, Vitamina K2Vital® y Vitamina Qualy®-D cuya combinación promueve la correcta fijación del calcio y Quatrefolic, fórmula activa y tres veces más estable del ácido fólico. “Se recomienda en el marco de los trastornos cardiovasculares y para otras patologías inflamatorias”, concluye Chacón.
Modo de empleo: Tomar dos cápsulas al día, preferiblemente en ayunas, durante 3 meses consecutivos.
