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La belleza no tiene edad, pero la piel cambia con los años, aumenta la sequedad y las arrugas tienen una mayor presencia. A partir de los 65-70, la zona de la mandíbula y el contorno de ojos sufren una mayor reabsorción ósea, una pérdida de producción de colágeno y elastina, produce flacidez, surcos y pliegues profundos. Las famosas patas de gallo, los surcos nasogenianos, el entrecejo, todas ellas son zonas en las que el paso de los años tiene una mayor presencia.