Los dispensadores irán acompañados de un cartel que, bajo el lema “La gripe se para aquí”, recoge los dos objetivos que persiguen las farmacias con esta actuación: por un lado, incidir en la necesidad de lavarse a menudo las manos, mecanismo de protección más eficaz para evitar la transmisión del virus de la gripe; por otro lado, promover la vacunación entre la población de riesgo, especialmente aquellas personas que no frecuentan la atención médica pero sí visitan habitualmente la farmacia –este es el caso, por ejemplo, de los pacientes jóvenes con enfermedades crónicas estabilizadas-, y entre los más de 7.000 profesionales del colectivo farmacéutico, favoreciendo su inmunización en los Centros de Atención Primaria.
Gracias a su proximidad y accesibilidad, las farmacias son el primer punto de acceso a la cadena sanitaria ante procesos de baja complejidad, además del más frecuentado por la población ambulatoria sana, hecho por el cual se convierte en un recurso útil a la hora de informar y aconsejar la población de riesgo y contribuir a aumentar las tasas de vacunación.