Tras 83 años desde su creación, la Fede ha cerrado el año en números rojos por primera vez en su historia. En 2010 perdió tres millones de euros, debido a la disminución de un 2% (736 millones de euros) de la facturación debido a los dos decretos de recorte del gasto farmacéutico y a los cuatro millones de euros de provisiones para cubrir la morosidad de las farmacias. De hecho, Lluís Barenys lamentó que tienen “23 farmacias en concurso de acreedores”, ya que algunos profesionales que pagaron en los últimos años grandes sumas por traspasos o asumieron alquileres muy altos.
La distribuidora ha invertido 39 millones de euros en el recién estrenado almacén logístico de Gavà, que permite hacer el reparto más eficiente, por estar completamente robotizado. El presidente de la Fede asume que les ha permitido concentrar su estructura, que tenían dispersa en Barcelona, L’Hospitalet y Terrassa. Además, explica que han reestructurado sus distribuidores, “pasando de una treintena a apenas siete u ocho”, y que han ajustado la plantilla, ya que han “prejubilado a unas 130 personas” y han “reajustado los horarios de trabajo para ser más eficientes”.
De todas maneras, Lluís Barenys admite que estas medidas no serán suficientes, porque prevé que las ventas de Federació Farmacèutica bajen un 13% este año y que su margen neto se reduzca en otros 3,8 millones de euros. FV
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