Hoy se celebrará el Día Mundial del Linfedema, una afección inflamatoria que obstruye los canales linfáticos y que es altamente incapacitante. Aunque es difícil de estimar la incidencia, pudiendo variar entre un 0,13% a 2%, la Organización Mundial de la Salud calcula que más de 15 millones de personas en todo el mundo pueden padecer linfedema secundario (LE), una mayoría asociado tras una intervención de cáncer de mama. En el caso de España, se estima que 900.000 de pacientes pueden sufrir esta enfermedad crónica.
Se trata de un desequilibrio entre la producción de líquido en los tejidos blandos y su transporte por el organismo, lo que lleva a una acumulación de líquido en estas zonas que produce afectación en los canales linfáticos. Esto es causado por un daño o bloqueo del sistema linfático que principalmente afecta a la zona de las extremidades, aunque también puede aparecer en otras partes del cuerpo como la cara o el cuello.
Esta enfermedad crónica, que no tiene cura, puede llegar a ser grave, ya que puede producir fuertes dolores, infecciones e incluso problemas para poder moverse. Por ese motivo, es importante un tratamiento preventivo y controlarlo mediante drenaje linfático manual, terapia de compresión, ejercicio terapéutico y un cuidado extremo de la piel.
Desde hace once años, distintas asociaciones de pacientes en todo el mundo han decidido señalar este día en el calendario para concienciar a la población sobre esta enfermedad que es desconocida por gran parte la población a través de una campaña internacional para situar este problema como una prioridad en la agenda sanitaria para poner en valor la importancia de un tratamiento preventivo para evitar complicaciones asociadas a su evolución. Essity, como compañía comprometida con la salud y la higiene de las personas, se ha sumado a esta iniciativa internacional a través de su línea JOBST con el objetivo de fomentar programas educativos entre los profesionales sanitarios para controlar esta afección inflamatoria a través de un abordaje multidisciplinar y situando al paciente y sus necesidades en el centro de la toma de decisiones.
