Los síntomas de volver a la rutina y al trabajo son falta de apetito, cansancio, fatiga, sueño a todas horas, dificultad para concentrarse en las tareas diarias, molestias musculares o dolores de estómago. De hecho, existen personas que sufren depresión posvacacional; aunque no sea una enfermedad reconocida, en casos extremos, estos síntomas pueden incluso hacer que sea imposible levantarse por las mañanas.
La psicóloga Lilia Hernández del Castillo, del Hospital Nisa Pardo de Aravaca, ofrece los siguientes consejos:
- Regresar antes del destino vacacional. Es muy importante retomar rutinas y horarios diarios algunos días antes de volver a trabajar, para que el cambio no sea tan brusco.
- Comenzar las tareas progresivamente. No intentar solucionar todo el primer día, sino ir marcando pequeños objetivos y aumentándolos progresivamente. Hay que tomarse un tiempo de adaptación coherente.
- Empezar con las rutinas deportivas que se abandonaron durante el verano o no dejar las adquiridas: “El deporte es fundamental en esta etapa, ya que cuando se realiza ejercicio se liberan endorfinas, y gracias a éstas, mejora el estado de ánimo y se reduce el estrés”, explica la doctora.
- Evitar la siesta los primeros días. La doctora aconseja regular los ritmos de sueño cuanto antes para dormir 8 horas seguidas durante la noche.
- Iniciar nuevas rutinas y actividades. De esta forma, se mantiene la mente alejada de las tareas laborales y se renuevan ilusiones y retos.
Normalmente, el síndrome posvacacional dura 1 semana; si persiste más de 15 días, es recomendable visitar a un especialista.