Se trata de casos de gripe A H1N1 y, en total, se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) 18 de ellas. Hace unos días, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III advertía que la actividad gripal había cambiado en España después de las Navidades, aumentando la tasa de afectados por gripe en un 165%.
La gripe es una infección viral aguda de las vías respiratorias superiores causada por un virus que afecta cada año entre un 5 y un 15% de la población española. Se diferencia del catarro porque aparece bruscamente con un cuadro de fiebre alta y se acompaña de dolor muscular intenso en piernas y espalda. Sus síntomas son cansancio, debilidad y malestar general. Mientras que los síntomas del catarro suelen desaparecer por sí solos, la gripe es potencialmente grave, ya que puede presentar complicaciones como bronquitis o neumonía.
Grupos de mayor riesgo
Los grupos de población con mayor riesgo de padecer complicaciones a consecuencia de la infección gripal son las personas mayores de 65 años, los niños menores de dos años y mayores de seis meses, las personas con enfermedades crónicas cardíacas, hepáticas, renales, pulmonares, sanguíneas o metabólicas e inmunodepresión, y colectivos profesionales como: personal sanitario, de guarderías y centros de educación infantil, policías, bomberos, docentes, y trabajadores de transportes públicos.
Existen tres tipos de virus gripales: A, B y C. Los más importantes son los tipos A y B, ya que el C es causa sólo de casos esporádicos. La transmisión del virus se produce fundamentalmente a través de gotitas que son originadas al hablar, toser o estornudar por la persona enferma y que alcanzan a una persona sin gripe pero capaz de padecerla. Estas gotitas también pueden depositarse en las superficies y llegar a las personas susceptibles a través de las manos contaminadas. FV
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