En el documento participan especialistas de diferentes centros, incluyendo la Federación Española de Atletismo y los servicios médicos del Real Madrid. Para el principal autor del informe, el doctor Miguel del Valle, catedrático de Medicina Deportiva de la Universidad de Oviedo y vicepresidente de FEMEDE, se trata de un consenso de importante, "porque marca la línea de trabajo de los profesionales de la medicina del deporte".
Los medicamentos de acción biorreguladora contienen principios activos de origen vegetal y mineral y pueden encontrarse en la farmacia en forma de de comprimidos, pomadas y gotas. Los médicos deportivos los utilizan, además, en fórmulas inyectables. Su función principal, según el documento de consenso, es "favorecer y estimular los mecanismos de recuperación natural del tejido lesionado".
Entre otras funciones, añade, "algunos de sus componentes son capaces de modular la inflamación y los síntomas de las lesiones, tienen acción analgésica, estimulan la cicatrización y pueden tener efectos hemostáticos contribuyendo a eliminar el estasis venoso y el edema. Su objetivo final es restaurar el funcionamiento normal de los mecanismos de regulación".
Una de las principales ventajas de estos medicamentos, resalta el documento de FEMEDE, es su seguridad. "Estas sustancias carecen, prácticamente, de efectos secundarios y reacciones adversas y tienen una tolerabilidad muy buena", se explica en el documento.
Riesgos de los AINEs
El protocolo terapéutico consiste en aplicar el método RICE (reposo, hielo, compresión y elevación), que consigue minimizar la lesión. Sin embargo, añade, "en muchos casos es necesario un tratamiento adicional para lograr un alivio sintomático eficaz y la mayoría de los medicamentos convencionales se asocian con riesgos de efectos secundarios adversos".
El doctor Del Valle recuerda que los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) reducen el dolor y la inflamación "pero dificultan la reparación de los tejidos por la inhibición incompleta de las enzimas ciclooxigenasa 1 (COX-1) y la ciclooxigenasa 2 (COX-2), que frenan la biosíntesis de prostaglandinas". Además, están asociados a efectos secundarios, sobre todo gastrointestinales.
Los medicamentos de acción biorreguladora, en cambio, afirma este experto, "permiten ayudar al organismo a poner en marcha los mecanismos naturales de reparación del tejido". Para conseguirlo, estimulan al sistema inmunológico, favoreciendo la resolución de los procesos inflamatorios, facilitando el drenaje y detoxificación de los tejidos y restableciendo el equilibrio o balance fisiológico.
En el tratamiento de las lesiones deportivas con componente inflamatorio, concluye el informe de FEMEDE, "el fármaco ideal sería aquel que aumentara los efectos beneficiosos de la inflamación controlando sus secuelas perjudiciales y este objetivo lo cumplen este tipo de sustancias que, además, tienen la ventaja de que no son tóxicas, consiguen una curación rápida y no están incluidas por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) dentro de las sustancias tipificadas como dopantes". FV
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