Más del 71% de las personas atendidas en los servicios y centros de salud mental y adicciones en España cumple criterios de trastorno por consumo de tabaco, de acuerdo con los resultados del estudio TUT-ESP (Trastorno por Uso de Tabaco en España), impulsado por la Fundación Española de Patología Dual. Pese a esta elevada prevalencia, el 73% de los pacientes nunca ha recibido un tratamiento específico para dejar de fumar, ya sea psicológico, farmacológico o combinado.
El informe advierte que en los recursos asistenciales de salud mental el consumo de tabaco no puede considerarse un hábito residual, sino una adicción masiva y no tratada. Mientras que en la población general el tabaquismo ha descendido en los últimos años, en salud mental se mantiene prácticamente estable, lo que supone una diferencia de alrededor de 50 puntos porcentuales.
El estudio también revela que tres de cada cuatro pacientes con este trastorno consumen otras sustancias, como alcohol, cannabis, hipnosedantes o cocaína, lo que complica el abordaje clínico. Además, las personas con patología dual (cuando coexisten un trastorno mental y un trastorno por consumo de sustancias) tienen una esperanza de vida hasta 15 años menor que la población general, en muchos casos por enfermedades relacionadas con el tabaco, como patologías cardiovasculares, respiratorias o cáncer.
Entre las propuestas, los expertos destacan la necesidad de integrar de forma sistemática la atención al tabaquismo en los programas de salud mental y adicciones, con formación profesional y protocolos actualizados. Asimismo, el estudio recoge el interés de explorar terapias sustitutivas como herramienta de reducción de daños: desde las opciones farmacológicas (parches, chicles, comprimidos de nicotina) avaladas por guías clínicas internacionales, hasta alternativas no farmacológicas, como cigarrillos electrónicos o bolsitas de nicotina. Aunque estas opciones no están exentas de riesgos, podrían ser un primer paso hacia la cesación en aquellos pacientes para los que la abstinencia inmediata no es viable.
Los autores concluyen que el abordaje del tabaquismo en salud mental debe plantearse de manera escalonada, personalizada y basada en la evidencia, como parte esencial del tratamiento integral de la patología dual.