Con motivo del Día Mundial del Cerebro, que se celebra el 22 de julio bajo el lema “Salud cerebral para todas las edades”, la Sociedad Española de Neurología (SEN) se suma a la campaña internacional impulsada por la Federación Mundial de Neurología. El objetivo es subrayar la importancia del cuidado neurológico a lo largo de todo el ciclo vital, desde la preconcepción hasta la vejez, y promover políticas de salud pública que prioricen la salud cerebral de forma transversal y continua.
Las enfermedades neurológicas representan actualmente una de las mayores cargas globales de discapacidad y mortalidad. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 3.000 millones de personas en el mundo conviven con alguna afección neurológica. Estas patologías son responsables de 1 de cada 6 muertes y constituyen la primera causa de años vividos con discapacidad a nivel global. En los últimos 35 años, la carga de discapacidad y las muertes prematuras asociadas han aumentado en más de un 18 %, impulsadas principalmente por el envejecimiento de la población.
En el contexto español, la SEN estima que más de 23 millones de personas padecen alguna enfermedad neurológica. Patologías como el ictus, el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple, la ELA o las cefaleas suponen el 44 % de la discapacidad causada por enfermedades crónicas y el 14 % del total de fallecimientos, especialmente por ictus y demencias.
La campaña de este año subraya que la salud cerebral comienza incluso antes del nacimiento. Existen factores clave en cada etapa de la vida que inciden en la salud del sistema nervioso central. Así, desde la etapa de preconcepción y embarazo, pasando por la infancia y la vida adulta, hasta la vejez, el fomento de hábitos saludables, el control de factores de riesgo y la educación en salud desempeñan un papel crucial en la prevención de enfermedades neurológicas.
La SEN recuerda que hasta el 90 % de los ictus y el 40 % de los casos de Alzheimer podrían prevenirse mediante estrategias adecuadas de salud cerebral, como una alimentación equilibrada, actividad física regular, control del estrés, sueño reparador y seguimiento médico periódico. A ello se suma la necesidad de estrategias de prevención secundaria que favorezcan el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno.
Además de reforzar la prevención, el Día Mundial del Cerebro 2025 pone el foco en otras áreas de acción prioritarias: el acceso equitativo a la atención neurológica y a la rehabilitación, la formación continua de profesionales, la educación sanitaria en población general y la reducción del estigma que aún pesa sobre muchas enfermedades neurológicas.
En palabras del Dr. Jesús Porta-Etessam, presidente de la Sociedad Española de Neurología: “Invertir en salud cerebral es invertir en bienestar y productividad a lo largo de toda la vida. Por ello, debemos apostar por sistemas sanitarios más inclusivos, equitativos y preventivos, en los que el cuidado del cerebro se sitúe como un pilar estratégico desde la infancia hasta la vejez”.
Para contribuir a esta labor de concienciación, la SEN pone a disposición de la ciudadanía su decálogo de hábitos cerebrosaludables con pautas concretas para prevenir factores de riesgo y promover el bienestar neurológico.