Jordi Casas, presidente del Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya (CCFC) y del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB), ha defendido que la nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica debe avanzar hacia un modelo de farmacia plenamente integrada en el sistema sanitario. Así lo ha expresado durante su comparecencia ante la Comisión de Salud del Parlamento de Cataluña, en la que presentó el informe sobre la intervención farmacéutica comunitaria y sus perspectivas de futuro.
Durante su intervención, Casas trasladó diversas propuestas para incorporar en la futura normativa. Entre ellas, destacó la consolidación de los servicios profesionales desde las farmacias, como los cribados, la cogestión de pacientes o la atención farmacéutica domiciliaria. Además, subrayó la importancia de definir las competencias profesionales en los distintos ámbitos de la profesión para mejorar la coordinación en el seguimiento farmacoterapéutico.
Asimismo, propuso adaptar los horarios y optimizar los servicios de urgencia de las oficinas de farmacia con el objetivo de mejorar la eficiencia y la conciliación laboral. También reclamó medidas específicas para asegurar la sostenibilidad de la farmacia rural, sugiriendo su priorización en la adjudicación de botiquines y una mayor flexibilidad horaria.
Casas insistió, además, en la necesidad de regular la atención farmacéutica en centros no sanitarios como residencias de mayores o clínicas veterinarias, donde considera esencial la presencia de un farmacéutico responsable del uso adecuado, conservación y custodia de los medicamentos.
Respecto a la necesidad de actualizar la ley, el presidente del CCFC apuntó que el nuevo marco legal debe facilitar un mayor acceso de la ciudadanía al sistema sanitario, impulsar el rol del farmacéutico comunitario en la atención de problemas de salud no urgentes y permitir una coordinación efectiva entre niveles asistenciales. Para ello, resaltó la importancia de compartir datos de salud que eviten duplicidades y favorezcan una atención personalizada.
Casas destacó el papel esencial de las farmacias comunitarias, que, con una red de más de 3.300 oficinas y 12.000 profesionales –el 75% mujeres–, constituyen uno de los principales puntos de acceso sanitario en Cataluña. Según datos presentados, cada semana las farmacias catalanas atienden cerca de un millón de pacientes del sistema público de salud y dispensan unos tres millones de envases de medicamentos.
Más allá de la dispensación, recordó que las farmacias participan activamente en programas de salud pública como los cribados de cáncer, VIH o las campañas de vacunación, así como en iniciativas de promoción de la salud como el proyecto de equidad menstrual “Mi regla, mis reglas”.
Finalmente, Casas presentó la herramienta digital “La Meva Farmàcia” como una iniciativa innovadora para conectar a los pacientes con su farmacia de referencia, reforzando así la continuidad asistencial.
