Con motivo del Día Nacional de la Dermatitis Atópica, que se celebra mañana 27 de noviembre, la Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA) organiza la jornada “¿Qué más DA?”, un evento destinado a pacientes y familiares que explorará esta patología desde una perspectiva integral y práctica.
El encuentro se celebrará el propio 27 de noviembre, a las 18:00h, en la Fundación Ortega-Marañón de Madrid y contará con retransmisión en directo por streaming, abierta a todos los interesados. Durante el acto, además, se entregarán los premios SOMOS AADA. Un reconocimiento anual a la dedicación y el esfuerzo de los profesionales sanitarios que trabajan en el ámbito de la dermatitis atópica, cuyos ganadores se eligen mediante una votación abierta a través de los canales oficiales de la AADA.
La jornada, “¿Qué más DA?”, profundizará, a través de varias charlas, en los aspectos claves que rodean a la dermatitis atópica, proporcionando recomendaciones prácticas de cómo abordarlos. Durante el evento intervendrán Raquel Aguado, vocal de dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Fátima Albízuri Prado, dermatóloga del Hospital Universitario La Paz y Marta Loro Pérez psicóloga general sanitaria del Hospital Universitario Puerta de Hierro. Las tres ponentes ofrecerán a los asistentes información de interés sobre temas relevantes para los pacientes como los cuidados que requiere la piel, recomendaciones para aliviar los síntomas, estrategias para gestionar el picor y el estrés o información sobre las comorbilidades asociadas a la enfermedad.
Se estima que en España hay un millón de adultos afectados por esta patología, de los cuales cerca de 30.000 sufren dermatitis atópica moderada o grave. El picor persistente y difícil de controlar es el síntoma más incómodo, y es responsable de gran parte de la carga de la enfermedad que soportan los pacientes y sus familias. Además, el 82% de los pacientes con dermatitis atópica presenta alguna comorbilidad relacionada con alergias, salud mental y otras patologías cutáneas, como dermatitis de contacto, ansiedad, depresión, infecciones o enfermedades cardiovasculares.
“La dermatitis atópica a día de hoy, no tiene cura, pero un tratamiento adecuado, el conocimiento de la patología y la vigilancia de sus desencadenantes permite un mejor control de la enfermedad. Por eso es clave que los pacientes estén bien informados, no solo sobre los avances, que son muchos, sino las herramientas que pueden ayudarles a controlar sus síntomas”, destaca la Dra. Fátima Albizuri.
Raquel Aguado, resalta, además, que la farmacia puede ser un apoyo esencial para las personas con DA. “Escuchar a los pacientes, acompañarlos en su proceso y animarlos a consultar al dermatólogo cuando sea necesario puede ayudarles a mejorar su bienestar emocional. La comunicación constante entre pacientes y profesionales de salud es fundamental para abordar de manera óptima la dermatitis atópica”.
Más allá de las lesiones cutáneas, la DA moderada/grave es una enfermedad heterogénea y compleja de manejar, con una gran carga emocional para los pacientes que experimentan mayor riesgo de ansiedad, depresión e incluso de ideación suicida.
“La irritabilidad y el estrés asociados a los brotes son factores que pueden desencadenar trastornos de ansiedad y depresión, afectando a las relaciones personales, laborales y la autoestima, así como al entorno social de los pacientes. El conocimiento de la enfermedad les empodera y les proporciona herramientas que les ayudan a gestionarla mejor”, señala Marta Loro.
La jornada “¿Qué más DA?” será una oportunidad para visibilizar los desafíos que supone convivir con dermatitis atópica, ofrecer herramientas prácticas y fomentar el intercambio de experiencias entre pacientes y profesionales de la salud.
África Luca de Tena, directora de comunicación de la AADA y encargada de inaugurar la jornada, subraya que “estos encuentros son fundamentales para visibilizar los múltiples retos que enfrentan los pacientes con dermatitis atópica y sus familias. Nos permiten ofrecerles información práctica, herramientas útiles y un espacio de encuentro donde compartir experiencias, porque entender mejor la enfermedad es el primer paso para mejorar la calidad de vida”.