Según todos los estudios realizados, las marcas del sector salud forman parte de las conversaciones de los usuarios en medios sociales y, por ello, su presencia resulta natural y aceptada. Algunos datos significativos:
- El 85% de los internautas utiliza Facebook.
- El 65% de los usuarios de Facebook está en contacto con alguna marca o empresa.
- El 32% de los usuarios de Tuenti se relaciona con marcas.
- El 61% de usuarios de Twitter sigue a marcas porque les parece interesante.
- Uno de cada tres usuarios de redes sociales afirma haber comprado un producto influido por una conversación en la red.
Vivimos una realidad en la que los consumidores utilizan las redes sociales para compartir sus experiencias, hacer consultas, demandas, incidencias… De hecho, muchas marcas han tardado en descubrir que las opiniones de los usuarios en el entorno digital afectaban a su reputación y a la de sus productos.
En nuestro país –a raíz de la crisis– está aumentando el interés en el gobierno corporativo y la reputación empresarial. Las empresas están demandando un sistema de medición de este activo, ya que está demostrado que una buena reputación aumenta la confianza en los consumidores, y por tanto, la venta de productos.
Pero las redes sociales no sólo son una herramienta de reputación para las marcas, también son un espacio donde compartir conocimiento y experiencias de gran valor.
Hay una clara evolución en el uso de las redes. Estamos pasando de comunidades difusas (usuarios de plataformas generalistas como Facebook o Tuenti) a comunidades reales (usuarios con temas de interés común y partícipes de actividades afines). Las personas en función de su personalidad utilizan las diferentes plataformas con objetivos de uso muy diferentes. Una de las temáticas con más conversaciones en la red es la salud.
En Estados Unidos existen interesantes iniciativas en este sentido, que aglutinan el intercambio de experiencias entre profesionales de la medicina con conocimiento específico en diferentes materias, o de pacientes con enfermedades o problemas similares.
Estas plataformas de información vertical se convierten en una maravillosa herramienta de gestión del conocimiento que ayuda a profesionales y pacientes a aumentar su nivel de conocimiento sobre su especialidad o la enfermedad que padecen.
Éstas son algunas de las redes de salud más populares en Estados Unidos:
Sermo.
La mayor red social sólo para profesionales médicos. Con más de 125.000 participantes, permite a los médicos consultar con sus colegas tratamientos y muchos otros temas, iniciar encuestas y, sobre todo, hacerlo de forma anónima si el médico lo prefiere. La participación es gratuita y son los laboratorios farmacéuticos los interesados en esponsorizar aquellas actividades que tienen un coste para la comunidad.
Ozmosis.
Aquí los médicos tienen la oportunidad de interactuar y compartir conocimientos con otros médicos. Los médicos están entrando en el campo de los blogs, donde comparten sus experiencias en forma de casos de estudio, opinan sobre enfermedades, discuten problemas comunes de la salud y ofrecen incluso remedios sencillos para ellos.
PatientsLikeMe.
“Me uní a la red porque no quería sentirme solo”. Ésta es tal vez la razón principal para unirse a esta red que cuenta con cerca de 160.000 pacientes. Se puede participar de manera gratuita y se organiza en torno a varias opciones: “Find patients like me, Symptoms, Treatments”.
Inspire.
Una red social con más de 250.000 miembros, fundada en McLean en 2005 con una colaboración de 70 asociaciones que luchan por los pacientes con diversas enfermedades. Los miembros pueden escribir entradas en las que comparten sus problemas de salud y experiencias con métodos de tratamiento.
Estas plataformas ayudan a potenciar el intercambio de experiencias entre profesionales especialistas. Esta interacción supone un aumento de la innovación y del conocimiento de los científicos y profesionales médicos.
También favorecen el intercambio de experiencias entre miles de personas que están generando contenido sobre los efectos de graves enfermedades que padecen ellos mismos o familiares cercanos, para intentar mejorar la calidad de vida de otras personas con dolencias similares.
En definitiva, está demostrado que Internet y las plataformas 2.0 están haciendo un mundo mejor. La posibilidad de que millones de personas puedan acceder a la información y al conocimiento a través de internet nos permite vivir en un mundo con menos desigualdades y mayores oportunidades.
Datos del estudio the cocktail analisys (abril 2012)
FV
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