Cuando desde Farmaventas me propusieron un artículo hablando de cómo puede dar consejo el farmacéutico comunitario sobre dermofarmacia a través de la web y de las RRSS, juro que lo primero que se me pasó por la cabeza fue:”Eduardo, si 2 años atrás te dicen que ibas a estar escribiendo un artículo sobre este tema, probablemente hubieras pensado que era más bien un capítulo de “Cuarto Milenio” que una realidad posible.”
Y aquí me tenéis, intentando hacer ver que el farmacéutico tiene mucho que aportar en el mundo de la dermofarmacia. No solo en el caso de pieles con acné leve, dermatitis seborreica, atopía, etc. sino también en el caso de pieles que lo que buscan es un consejo cosmético integral para mejorar y prevenir las manchas, la flacidez, la deshidratación, las arrugas, etc.
Pero señoras y señores, para ello hay que formarse y hay que estudiar. No podemos informar sin estar formados nunca, pero mucho menos en el mundo actual, en el que la información (o desinformacion a veces) cosmética abunda por doquier. Así que, si no vais a formaros ni a estudiar, os recomiendo no seguir leyendo.
A veces, la gente tiene tanta sobreinformación a través de influencers, a través de lo que ven en los medios de comunicación, lo que leen en revistas, lo que les dicen sus amigos, sus vecinos… que con frecuencia se empiezan a comprar productos y productos cosméticos al tuntún. Y lo peor de todo, muchas veces, es que no saben si les están yendo bien para la piel, o a lo mejor, incluso, si son contraproducentes, están contraindicados unos con otros o no son los necesarios para conseguir los objetivos que quieren en su piel.
Es aquí donde las farmacias expertas en dermofarmacia, como es el caso de Farmacia Senante, pueden ayudar a estas personas y establecer una rutina o protocolo de productos que le van a ir mejor, siempre en función de las necesidades de su piel y de los objetivos que quieren conseguir.
Si hablamos a nivel digital, lo primero que haremos será un análisis de los productos cosméticos que están utilizando y ver si son útiles.
Una vez que ya sabemos los productos que utilizan, gracias a las fotos e información que nos pueden haber mandado, analizaremos cómo está su piel y los objetivos que quieren conseguir en la misma.
Con todo esto ya tenemos toda la información y pasaremos a la acción. Elaboraremos una rutina facial cosmética personalizada exclusiva. Es decir, ese esquemita con los productos a utilizar, pero siempre adaptándonos al presupuesto del cliente y a sus gustos cosméticos.
A parte, recomiendo ofrecer siempre un seguimiento de la rutina facial, proporcionando al cliente un e-mail y un teléfono de contacto a su disposición para cualquier duda que le surja. Hay que ir de la mano y conseguir, como siempre digo, la mejor versión de su piel. Eso es por lo que tenemos que luchar.No debemos ofrecer utopías ni objetivos inalcanzables, entre otras cosas porque una “piel perfecta” ni existe ni existirá nunca. Hay que ser siempre realistas, sinceros, no ser unos vendehumos.
Al final, la confianza mutua con el cliente es lo que más fideliza y lo que más satisfacción proporciona a las dos partes. Tengámoslo muy en cuenta.
Os animo a ello sobre todo si os gusta el mundo de la dermofarmacia. De todos modos, insisto en lo que comentaba anteriormente: hay que estar bien formados. Solo así podremos dar un servicio de asesoría dermocosmética de calidad. Claro clarinete.
Artículo escrito por Eduardo Senante