Asimismo, el estudio refleja que cerca de un 87% de los españoles considera que es un país ruidoso. Por comunidades autónomas, los madrileños son los que más acusan la contaminación acústica y más se quejan del ruido, mientras que los gallegos y vascos son los que menos perciben este problema. De hecho, España ocupa el segundo lugar, solo por detrás de Japón, en el ranking de los países más ruidosos. Se calcula que más de nueve millones de españoles soportan a diario unos niveles de ruido que superan el límite establecido en 65 dB por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según el estudio, un 22% reconocen que les suelen decir que hablan muy alto, especialmente las mujeres (un 23,6% ante el 19,7% de los hombres).
De todas formas, el sonido no solo trae ruidos insoportables, sino que acerca momentos inolvidables. La mayoría de los encuestados (77,4%) han contestado que el sonido del mar es su preferido, seguido de la música (69,9%) y del sonido de la lluvia (43,4%). El mar también es el sonido que más ha marcado la vida de los españoles, por delante de la voz de un ser querido o una canción.
Con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de respetar el silencio de los demás y moderar el ruido generado, GAES ha puesto en marcha las Patrullas Silenciosas, una acción que se desarrolla en diferentes ciudades españolas para enseñar a reducir el ruido que nos rodea. Así, recomiendan escuchar el reproductor mp3 de forma correcta, bajar el volumen y no hacer ruido de forma innecesaria. Para ello, se repartirán más de 20.000 tarjetones informativos con consejos acerca de cómo cuidar el sentido del oído y 5.000 protectores auditivos.
La pérdida de audición causada por el ruido es un problema totalmente prevenible. Los especialistas recomiendan conocer los decibelios de los ruidos para saber cuáles pueden ser una agresión para los oídos, ya que la exposición a sonidos que superan los índices considerados como saludables puede provocar la pérdida auditiva, así como irritabilidad, dolor de cabeza, estrés, hipertensión, fatiga o un mayor riesgo cardiovascular. En el caso de pasar largos periodos de tiempo en entornos que superen los niveles de ruido recomendables se deben usar tapones o protecciones adecuadas. FV
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