Tras los periodos vacacionales, y una vez de vuelta a la rutina, queremos reducir de forma rápida, y a través de las conocidas dietas milagro, esos kilos de más. Sin embargo, no hay que caer en este tipo de método sin esfuerzo, ya que como indica Lourdes Serrano, la vocal de Alimentación del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia, “las dietas milagro prometen perder mucho peso en poco tiempo y sin esfuerzo. Perder peso de forma rápida es un peligro para nuestra salud. Cualquier dieta debe asegurarnos todos los nutrientes que necesitamos para realizar nuestras tareas cotidianas y mantener la salud”.
En este sentido, Serrano subraya que antes de pensar en empezar cualquier dieta es necesario saber si la cantidad de grasa que tenemos es excesiva para nuestra composición corporal (en función de nuestra edad, sexo y talla).
Es importante combinar una dieta equilibrada con la realización de forma regular de algún tipo de actividad física. El dúo actividad física-alimentación es inseparable, la única forma de perder grasa y no músculo es hacer deporte. Sin hacer ejercicio el resultado no será satisfactorio y el esfuerzo deberá ser mayor en lo que a la reducción de ingesta se refiere. Por lo tanto, debemos incluir la actividad física como una tarea más diaria.
HÁBITOS SALUDABLES
- Realizar 5 comidas al día, haciendo hincapié en el desayuno (un lácteo, una fruta y cereales) para afrontar el día con energía.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas (deben ser la base de nuestra dieta, así como el de legumbres, frutos secos y cereales integrales).
- El aporte de grasa a nuestra dieta debe proceder de fuentes lipidicas de calidad: aceite de oliva, frutos secos, aguacates y pescado azul pequeño.
- Disminuir el consumo de alimentos hipercalóricos, como pueden ser la bollería, los snacks o los alimentos precocinados.
- Tomar sal de forma moderada. Si se consumen en cantidades altas puede favorecer la aparición de hipertensión arterial.
- Beber al día entre 1,5 y 2 litros de agua o consumir productos como zumos naturales, infusiones o frutas que contienen el agua como base en una elevada proporción.
- Dormir entre 7 y 8 horas diarias para que nuestro organismo funcione a pleno rendimiento.
- Realizar actividad física de forma moderada y periódica, adaptada a la situación socio-laboral y a las características físicas de cada persona.
