La cefalea tensional, la migraña y la cefalea en racimo constituyen las cefaleas primarias más frecuentes y generan un dolor de cabeza de causa desconocida. La cefalea tensional es la más común. Se la relaciona con un origen muscular, con problemas de cuello y con el estrés. El dolor es episódico y suele durar unas horas, aunque puede alargarse durante días. Suele iniciarse en la adolescencia y es más común en mujeres que en hombres. La migraña es el tipo más conocido de cefalea primaria. De origen genético, tiene lugar cuando un determinado mecanismo cerebral provoca la liberación de sustancias inflamatorias asociadas al dolor alrededor de los nervios y de los vasos sanguíneos de la cabeza. La duración del episodio puede oscilar de las 4 a las 72 horas, pueden darse distintos episodios al mes y puede ir acompañada de otros síntomas como náuseas, vómitos, fotofobia, fonofobia o trastornos visuales. Altera de forma importante la calidad de vida de los pacientes y modifica su vida familiar, social y laboral. La cefalea en racimo se caracteriza por su alta recurrencia, poca duración y altísimo dolor. Ocurre de forma repetitiva hasta que desaparece. Aunque se desconocen sus causas, se relaciona con la liberación repentina de histamina o serotonina por parte del cuerpo. Es más frecuente en población masculina que en la femenina.
Factores desencadenantes
La cefalea tensional puede aparecer como consecuencia del estado emocional, el estrés, el sufrimiento físico y psíquico continuo, malas posturas al sentarse o al dormir, una luminosidad desfavorable o la mala ventilación. En cuanto a la cefalea en racimo, los principales factores desencadenantes son el alcohol y el estrés. La altitud también afecta, así como el paso de una situación de tensión a una de distensión. Por su parte, la migraña es un trastorno con multitud de factores desencadenanes. La modificación del sueño, el esfuerzo físico, los cambios en la dieta, un cambio de ciclo hormonal, una pérdida cercana, etc, también pueden ocasionar una migraña, así como el estrés, la alegría, las emociones fuertes, el éxito o fracaso, los enfados, etc. Por otro lado, hay alimentos y bebidas que deben tomarse con moderación para evitar la migraña: el chocolate, el café, algunos quesos como el azul, el alcohol, la cola, el helado o las especias. Los cambios en la presión atmosférica también pueden afectar.
Para ver los diferentes tipos de cefaleas haga click aquí: Tipos de Cefaleas
{jcomments on}