Concretamente, en la muestra analizada, un 27,7% de los pacientes había sido víctima de abusos en algún momento, un 24,4% había sido víctima de violencia doméstica y el 31,4% de las mujeres habían sufrido violencia de género. La prevalencia de situaciones de abuso entre mujeres era significativamente mayor que entre hombres (34,3% frente a 23,7%) y la duración media de esas situaciones llegaba a 36 meses. Los pacientes víctimas de abuso presentaban mayores problemas de adherencia (57% frente a 32%, autoevaluada mediante cuestionario SMAQ) y peor situación virológica (carga viral detectable en el 19,2% de los casos frente al 4,4%) en la actualidad, apunta el estudio, cuya investigadora principal es Jara Llenas-García, del Hospital Vega Baja de Orihuela (Alicante) y miembro de GeSIDA (Grupo de Estudios del SIDA de la SEIMC).
Estos resultados proceden de adultos infectados por VIH en tratamiento antirretroviral desde hacía más de un año seguidos en tres hospitales de Alicante. De febrero a junio de 2019 fueron reclutados 94 adultos infectados por el VIH, con una edad media de 49 años, el 37,2% mujeres y el 21,3% migrantes; el 39,4% eran hombres que practican sexo con otros hombres (HSH) y el 38,3 heterosexuales. Veintiséis pacientes (27,7%) habían sufrido abuso alguna vez en su vida: 20 abuso emocional, 8 abuso físico, ninguno abuso sexual. Cuatro (4,3%) sufrían violencia en la actualidad y uno fue considerado en riesgo extremo. La prevalencia de situaciones de abuso entre mujeres era significativamente mayor que entre hombres (34,3% frente a 23,7%) y la duración media de esas situaciones era de 36 meses. La edad media en la que los pacientes fueron víctimas de abuso era de 28 años.
El estudio observacional, financiado por la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, también mostró una alta prevalencia de violencia doméstica, violencia íntima en la pareja y violencia de género. Concretamente, el 24,4% de los pacientes había sufrido violencia doméstica (34,3% en mujeres, 18,9% en HSH y 18,1% en hombres no-HSH) y el 19,2% violencia de pareja (31,4% de mujeres [violencia de género], 16.2% HSH y 4.5% hombres no-HSH). El abuso fue ejercido por 13 parejas masculinas, 3 ex parejas masculinas, 1 pareja femenina, 1 ex pareja femenina, 1 padre, 1 hijo, 3 parientes masculinos y 4 hombres no familiares. El estado de VIH de la víctima fue considerado una causa de violencia por el 11.5% de las víctimas.
La investigación demostró que estas situaciones de abuso no son inocuas ni irrelevantes para la situación del paciente. En un análisis multivariante de los factores asociados a tener una carga viral detectable, el ser víctima de abuso se asoció a un aumento del riesgo de 9.9 veces, mientras que los factores asociados significativamente a una mala adherencia al tratamiento antirretroviral fueron tanto el ser víctima de abuso (que aumentaba el riesgo 3,1 veces) como el haber estado previamente en prisión (que lo aumentaba 4,1 veces). En conclusión, y según este estudio, los pacientes infectados por el VIH son con frecuencia víctimas de abuso y eso dificulta la adherencia al tratamiento antirretroviral y el éxito virológico. Por ello, los autores exhortan a incorporar herramientas de detección de abuso en la atención de rutina de las personas que viven con el VIH.
