El objetivo de estos grupos terapéuticos, dirigidos por una psicóloga de la Fundación Pasqual Maragall, entidad independiente sin ánimo de lucro dedicada a la investigación en prevención del Alzheimer y a la divulgación, concienciación y apoyo social en relación con esta enfermedad, es mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida de los cuidadores, romper su aislamiento social, aportarles las herramientas, recursos, información y habilidades necesarias para afrontar mejor los cuidados, y crear un espacio para la gestión de sus emociones.
Para facilitar la participación de los cuidadores se organizará también un grupo destinado a los familiares diagnosticados de Alzheimer dirigido por un técnico asistencial de la Fundación Pasqual Maragall. De esta forma, mientras los cuidadores acuden a sus sesiones de grupo, sus allegados afectados de Alzheimer podrán quedarse en un espacio habilitado para ellos a cargo de un profesional cualificado.
La convocatoria ya está abierta y es totalmente gratuita. Las personas que quieran participar deben vivir en la provincia de Sevilla, ser el cuidador principal (no profesional) de un enfermo de Alzheimer, y tener disponibilidad para asistir a las 14 sesiones. El grupo terapéutico tendrá lugar en el Centro DomusVi Santa Justa (c/Baltasar Gracián, 2 - 41007 Sevilla).
Durante las sesiones se compartirán experiencias y se abordarán distintos temas relacionados con las repercusiones del Alzheimer, como por ejemplo la reacción ante el diagnóstico, la comunicación con el enfermo, el desgaste emocional, la empatía, la aceptación, la capacidad de resiliencia, el duelo o el cuidado de uno mismo. A la vez, se trabajan aspectos cognitivos y conductuales como el entrenamiento de habilidades sociales, el pensamiento positivo o el aprendizaje de técnicas de relajación y autocontrol.
La necesidad de los grupos terapéuticos
Según datos de la Fundación Pasqual Maragall, en más del 80% de los casos de Alzheimer la atención directa recae en la familia, con una media de dedicación de 15 horas semanales, los siete días de la semana, por parte del cuidador principal. Esta dedicación casi exclusiva, sumada al desconocimiento y a los vínculos emocionales con la persona afectada, convierten al cuidador en un “enfermo oculto” que a muy a menudo padece problemas físicos y psicológicos asociados al estrés, la ansiedad, la depresión o la frustración.
Se ha demostrado que la terapia grupal reduce significativamente el estrés emocional que padecen la gran mayoría de cuidadores. Además, los grupos terapéuticos permiten incidir en aspectos vitales que no se pueden tratar individualmente, como romper el aislamiento social y aprender de otras personas que se encuentran en la misma situación.
