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Hidratación, descanso y ejercicio moderado son algunas de las claves para llevar bien el embarazo en periodo estival

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Hidratación, descanso y ejercicio son algunas de las claves para llevar bien el embarazo en verano.La gestación en verano engloba una serie de situaciones distintas a otras épocas de año. Si además coincide con el último trimestre, cuando la temperatura c
  1. La hidratación es clave en verano y más si estás embarazada. A partir del segundo trimestre, la sed aumenta notablemente, por lo que se recomienda el consumo de 2 a 3 litros de líquido al día, así como no retener la orina para no predisponerse a las temidas infecciones urinarias.
  2. Unas pautas de alimentación saludables son fundamentales. Fruta, gazpachos, sopas frías y batidos son ideales. El doctor recomienda evitar las bebidas gaseosas y el helado en exceso. Para reducir las náuseas, que son más comunes en el primer trimestre, un buen truco es comer más a menudo y en pequeñas cantidades.
  3. Combatir la hinchazón de piernas y pies. Estar de pie largo rato es muy perjudicial. Los contrastes de temperatura ayudan a aliviar esta horrible sensación: duchas de agua fría, poner los pies en alto, ejercicios específicos en el agua o incluso masajes ayudarán a no acumular tanto líquido en la zona.
  4. Se han de evitar las horas de mayor calor. De ser posible, se debe aprovechar la mañana o la noche para realizar todas aquellas actividades que requieran un mayor esfuerzo físico. Es importante aprender a delegar en caso de que sean inevitables durante las horas de más temperatura.
  5. Vestimenta adecuada. Es importante que la ropa sea ligera, de colores claros o pasteles y de materiales textiles idóneos para el verano. El algodón, el lino o la seda son los más apropiados, mientras que se deben evitar las ropas o tejidos ajustados, como la lycra, y los colores oscuros. A su vez, es imprescindible que el calzado sea muy cómodo, con poco tacón (4-5 cm) y mejor de tela que de plástico.
  6. El ejercicio es importante, y la natación, uno de los más beneficiosos, es más sencilla practicarla durante el verano. Además de relajante, el medio acuático ayudará a tonificar la musculatura siempre que sea con movimientos suaves y controlados. Los paseos diarios, incluso por la playa, ayudarán a sentir ligereza, liberar endorfinas y reducir la hinchazón de pies y piernas. En este caso, el contacto con el agua, el contraste de temperatura y los efectos de arena favorecerán la circulación y reducirán la presión sobre el nervio ciático.
  7. No es recomendable una prolongada exposición al sol, pero en poca cantidad sí es positiva para ayudar a sintetizar la vitamina D. Es importante extremar las precauciones; para ello, hay que evitar las horas centrales del día, cubrirse bien la cabeza, resguardarse a la sombra a cada rato y utilizar siempre protección solar. El bronceado es más complicado durante la gestación pues la melanina aumenta su producción por lo tanto se multiplicarán las melasmas (manchas en la piel). La piel requiere una atención especial durante el tercer trimestre, ya que es la etapa del embarazo en que más puede sufrir. Es recomendable tenerla bien hidratada y utilizar cremas antiestrías para intentar evitar su aparición.
  8. Viajar con precaución. Los viajes en coche o tren son más recomendables. Aun así, cada dos horas máximo, es importante tratar de pasear para que las piernas no sufran en exceso. Durante las últimas semanas del último trimestre están desaconsejados los viajes en avión, para utilizar este medio de transporte, el trimestre más apropiado es el segundo.
  9. Respetar las horas de descanso. La tensión durante el verano tiende a disminuir, y en el caso de un embarazo avanzado, esta tendencia se acusa. Para un buen descanso, el doctor recomienda evitar las cenas copiosas y grasientas o dormir con ropa ajustada o incómoda. A la hora de dormir, lo mejor es tumbarse sobre el lado izquierdo y colocar un cojín entre las piernas para mayor comodidad. La siesta es igual de importante para llegar a dormir el número de horas recomendadas, un mínimo de siete al día.
  10. Los baños en piscina y playa, controlados. Muchas gestantes creen que bañarse en el mar o en una piscina en las últimas semanas del embarazo conlleva el riesgo de contraer algún tipo de infección vaginal que afecte a la gestación. Sin embargo, los baños, ya sean en la playa o en la piscina, solo son peligrosos en el caso de que la mujer haya expulsado el tapón mucoso que protege el cuello uterino o que rompa aguas. Esta duda se debe a que el desprendimiento del tapón mucoso, que puede producirse durante las cuatro semanas previas al final de la gestación, no siempre es percibido por la mujer, por eso la recomendación general es no bañarse durante ese periodo. Los deportes acuáticos que impliquen movimientos violentos o las inmersiones profundas están totalmente desaconsejados.