García Mauriño ha explicado la evolución de la compra venta de farmacias en los últimos veinte años y ha hecho incapíe en la que la transformación de la misma ha estado directamente condicionada por la política farmacéutica de recortes y la burbuja inmobiliaria.

También ha mostrado que las distintas fórmulas de valorar una oficina de farmacia se han centrado de una manera u otra en su rentabilidad. Asimismo ha detallado que los parámeros para la compra venta de una farmacia se centran en la fiscalidad, la financiación, rentabilidad neta del negocio, el componente profesional vocacional del mismo y la legislación específica de este sector intervenido.

La oferta de farmacias siempre ha sido estable y limitada por la condición de farmacéutico del titular. Se trata de un mercado rentable pero en ningún caso puede funcionar como un negocio especulativo.

La demanda ha venido determinada por jóvenes con respaldo familiar, indemnizaciones por ERE de la industria farmacéutica y como forma de inversión. Las paradojas fruto de la actual situación de crisis pasan por la existencia de farmacias que valen menos que el préstamo solicitado para adquirirlas en los años 2007 o 2008, exactamente igual que en el sector inmobiliario. También existen farmacias con dificultades de liquidez derivadas de los impagos de las Administraciones públicas. No obstante, “la farmacia tiene mucho recorrido por su componente de espacio de salud, para vender es un buen momento y para comprar, es más barato que hace unos pocos años”, ha subrayado el presidente de ASEFARMA.

Miguel Soriano ha llamado la atención sobre la necesidad de hacer un estudio interno de la farmacia en venta. También ha indicado que se ha modificado el patrón de elección: “mientras antes de valoraba el alto nivel de dispensación de recetas públicas, hoy se se valora más la proporción de venta libre”. FV

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