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FEFE valora positivamente la modificación del copago que establece la nueva Ley de Presupuestos

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Para FEFE la modificación del copago que introduce la Ley de Presupuestos (disposición final trigésimo quinta), es un hecho positivo, ya que existe la sospecha fundada de que se abandonaron muchos tratamientos tras la reforma del año 2012, y además afectará a muchas comunidades Autónomas que no subvencionaban a determinados colectivos desfavorecidos, señala el observatorio del medicamento de noviembre de 2020.

La reforma del 12, que produjo una espectacular caída del consumo de la que todavía no nos hemos recuperado, ha propiciado sin embargo un cambio cultural en la farmacia que ha repercutido en un aumento de la cuota de mercado de los productos de autocuidado, por ello FEFE es partidaria de la existencia de copagos, aunque sean en una cuantía mínima.

FEFE partidaria del copago para evitar los abusos que provoca la gratuidad

La generalización del copago a activos y pensionistas que proviene del RDL 16/2012 produjo una contención extraordinaria del consumo, que prácticamente todavía no se ha recuperado y, nos tememos, que actuó por encima de su finalidad racionalizadora, obligando a algunos ciudadanos a abandonar tratamientos por motivos económicos. Este ha sido su principal efecto negativo que ahora se corrige en gran medida.

No obstante, lo anterior, desde FEFE pensamos que es conveniente la existencia de una aportación mínima que aleje a la actividad de la farmacia de centro de gratuidad; ya que un porcentaje de pacientes se limitaba a acudir a la farmacia para recoger los medicamentos como si se tratase de un organismo de beneficencia.

En los ocho años transcurridos desde 2012, la existencia generalizada de copago, ha producido un cambio cultural cuya manifestación más importante es el incremento del mercado de autocuidado que ha ganado desde entonces casi 10 puntos de cuota y tiene una evolución muy positiva. A ello ha contribuido el cambio de cultura en la población que imponía pagar algo en la farmacia y, también, la necesidad de mejorar los márgenes a partir de productos no financiados. Esperemos que la vuelta a la gratuidad en varios millones de personas no suponga un retroceso en esta tendencia.