Herramientas de Accesibilidad

×

Advertencia

JUser: :_load: No se ha podido cargar al usuario con 'ID': 88

El 98% de los niños lo tiene claro: los animales no son juguetes

Imprimir
El 98% de los niños lo tiene claro: los animales no son juguetes.Se acerca la Navidad, y un año más los perros y gatos forman parte de la lista de deseos que los niños españoles incluyen en su carta a los Reyes Magos. Fundación Affinity, en su compromiso

El 50% de los niños españoles reconoce haber pedido un perro o un gato a los Reyes Magos o Papá Noel. Es una cifra elevada que contrasta con el 98% de los niños que asegura tener claro que los animales no son juguetes.

¿Por qué los niños piden perros y gatos?

Según el II Análisis Científico de la Fundación Affinity sobre el vínculo entre personas y animales de compañía, en un 60% de los casos los niños asocian al perro o gato con un ‘compañero de actividades y juegos’ e incluso, 8 de cada 10 niños de entre 9 y 12 años prefieren jugar con su gato o su perro antes que con videojuegos.

Además, para uno de cada dos niños el animal, después de sus padres, representa la principal fuente de apoyo emocional. Este estrecho vínculo con el animal de compañía ayuda a superar sensaciones de miedo o tristeza, y es a ellos a quienes recurren los más pequeños a la hora de encontrar alivio en situaciones desfavorables.

Destaca también la percepción que los niños tienen de su relación con la mascota; el primer concepto que asocia la mayoría es el de ‘cuidar’, seguido por ‘jugar’ y ‘alimentar’. De esta forma, el estudio subraya los valores de responsabilidad que los animales de compañía transmiten a la población infantil.

Una decisión meditada

Es conveniente llevar a cabo un proceso de reflexión previa a compartir la vida con un perro o un gato, contando con unos puntos clave que ayudarán a que esta relación sea estable y duradera:

  1. Compromiso. La convivencia con un animal de compañía será duradera. La vida media de un perro es de 12 años y la de un gato de 15.
  2.  Decisión y reflexión. La elección no debe ser fruto del impulso. Hay que valorar todos los aspectos que comportará incorporar un nuevo miembro a la familia. La toma de decisión debe involucrar a todas las personas que convivirán con él
  3. Aprendizaje e Información. Tomar conciencia de las necesidades del animal