Oficina de farmacia fv 69 farmaventas de ánimo e incluso en cómo respondemos a infecciones o medicamentos”. Una realidad incómoda: la improvisación en el consejo La fotografía actual del sector revela una realidad preocupante: “si somos honestos, muy pocos equipos farmacéuticos están realmente preparados para ofrecer un servicio de consejo especializado en microbiota”, explica Cristina Fente, doctora en farmacia y catedrática de la Universidad Santiago de Compostela. “La mayoría improvisa, se basa en la ficha comercial o en la marca más popular, en vez de adaptar el consejo a la evidencia real y la individualidad clínica del paciente”. Esta afirmación cobra especial relevancia cuando consideramos que la demanda de probióticos y prebióticos en farmacias comunitarias ha aumentado un 9% en el último año, alcanzando máximos históricos, mientras que los profesionales siguen sin las herramientas adecuadas para capitalizar esta oportunidad. Entender y cuidar la microbiota del paciente significa invertir directamente en salud a todos los niveles, pero también en la reputación y sostenibilidad económica de la farmacia. Más allá del stock: la trampa del inventario sin criterio “Ya tengo muchos probióticos en la farmacia” es una frase común entre titulares, pero que revela un malentendido fundamental. Tener veinte productos diferentes no garantiza ayudar al paciente con diarrea por antibióticos o cistitis recurrente si no se sabe cuál es el correcto para cada caso específico. No todas las cepas sirven para todos los casos. La evidencia científica es clara sobre cuál cepa funciona en cada indicación. Lactobacillus rhamnosus GG para diarrea asociada a antibióticos, Lactobacillus rhamnosus Lcr35 para salud íntima femenina, o Bifidobacterium longum 35624 para síndrome del intestino irritable no son intercambiables. Como señala Cristina Fente: “si no sabes identificar el caso y la cepa adecuada, el paciente no mejora y la credibilidad de la farmacia se resiente. La clave no está en el volumen de stock, sino en el conocimiento aplicado con criterio y rigor científico”. La diferencia entre dispensar y asesorar Existe un abismo entre una farmacia que “dispensa probióticos” y otra que tiene implantado un servicio de consejo especializado. La primera responde a demanda puntual y compite por precio; la segunda fideliza, ayuda realmente al paciente y construye reputación sanitaria. Un servicio estructurado marca la diferencia entre recomendar por intuición o por lo que nos ha explicado el delegado y hacerlo Pre y probióticos: abordaje desde la farmacia “ La demanda de probióticos y prebióticos en farmacias comunitarias ha aumentado un 9% en el último año, mientras que los profesionales siguen sin las herramientas adecuadas para capitalizar esta oportunidad”
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