no siempre atendidas por el sistema sanitario. •Conocimientos clínicos básicos: los farmacéuticos poseen formación sobre fisiología hormonal, medicamentos y productos de autocuidado. • Capacidad de asesoramiento responsable: sobre productos sin receta, autocuidado y estilo de vida (alimentación, ejercicio, descanso, salud ósea). ¿Hay áreas que mejorar? Tenemos algunas debilidades y áreas de mejora, como es normal. Creo que, en algunos casos, contamos con una formación específica insuficiente. Aunque el farmacéutico tiene una sólida base científica, no todos reciben formación continua sobre salud de la mujer y menopausia, lo que puede limitar la calidad del asesoramiento. Además, hay una desigualdad en el abordaje. Lógicamente, esto es algo que depende mucho del interés individual del profesional o de si la farmacia tiene servicios especializados (como consultas farmacéuticas o programas de salud femenina). Y también falta de protocolización: en muchos casos, no existen guías claras dentro de la farmacia comunitaria sobre cómo abordar integralmente esta etapa. ¿Qué cree que frena a las mujeres a la hora de tratar los problemas de salud derivados de la menopausia? Hay varios factores que frenan a muchas mujeres a la hora de abordar los problemas de salud relacionados con la menopausia y la mayoría están profundamente enraizados en aspectos culturales, sociales y sanitarios. Desde una visión profesional y multidisciplinar, creo que los principales son los culturales y la falta de información. ¿Cuáles serían los principales factores? -Falta de información y educación sanitaria: aunque nos parezca mentira, muchas mujeres no reciben una educación clara sobre qué es la menopausia, qué síntomas son normales y cuáles deben ser consultados. Asimismo, existe confusión entre menopausia y envejecimiento o enfermedades, lo que lleva a normalizar síntomas incapacitantes (insomnio, dolor, irritabilidad, disfunción sexual) y no pedir ayuda. -Tabú social y estigmatización: la menopausia sigue siendo un tema silenciado o estigmatizado en muchas culturas; se asocia con el fin de la juventud, la fertilidad y la sexualidad. Algunas mujeres sienten vergüenza o incomodidad al hablar de sus síntomas, especialmente los relacionados con la esfera sexual o emocional. -Infravaloración médica y social de los síntomas: muchas veces, los síntomas de la menopausia son subestimados o mal interpretados por los propios profesionales sanitarios, lo que puede generar desconfianza o resignación por parte de las pacientes. También, la falta de protocolos específicos o de especialistas en salud de la mujer en atención primaria agrava esta sensación de desatención. -Miedo a los tratamientos hormonales: cierto es que la terapia hormonal sustitutiva (THS) ha sido objeto de controversia durante años. Muchas mujeres temen sus riesgos (como el cáncer de mama o problemas cardiovasculares) y, como no reciben una información clara y actualizada sobre beneficios y contraindicaciones, deciden abandonar el tratamiento. Esto lleva a una renuncia preventiva a opciones terapéuticas eficaces y seguras en casos bien indicados. -Carga mental y falta de tiempo: muchas mujeres en esta etapa están en un momento de elevada carga familiar, laboral o personal y priorizan otras responsabilidades por encima de su bienestar. Así, no dedicar tiempo a una consulta médica, o restarles importancia a los síntomas, es un patrón común. -Desigualdad de género en salud: históricamente, la medicina ha centrado la investigación y los tratamientos en los cuerpos masculinos, dejando lagunas importantes en la atención a la salud femenina, incluida la menopausia. Esta falta de perspectiva de género en salud contribuye a la invisibilidad del tema, aunque es verdad que muchos estudios se están empezando a realizar en mujeres, a la par que a los hombres. En resumen, el silencio social, la desinformación y la infravaloración médica son los principales frenos que impiden a muchas mujeres abordar de forma activa y saludable los cambios derivados de la menopausia. Revertir esta situación requiere educación sanitaria, formación profesional específica, y un cambio cultural que legitime esta etapa como parte natural y tratable de la vida. 62 farmaventas ESPECIAL MENOPAUSIA
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