Farmaventas_FV210

47 farmaventas • Durabilidad: muchos protectores solares capilares no resisten el agua o el sudor, por lo que su efectividad puede reducirse considerablemente en actividades al aire libre o acuáticas. • Falta de estandarización: a diferencia de los protectores solares para la piel, que deben cumplir con normativas estrictas sobre su eficacia, los protectores solares capilares aún carecen de un sistema estandarizado de medición. Esto dificulta la comparación entre productos y la evaluación objetiva de su desempeño. ¿Qué podemos hacer para proteger el cabello del sol? Además del uso de productos específicos, existen prácticas complementarias que pueden contribuir a minimizar el daño solar sobre el cabello: 1. Cubrir el cabello: el uso de sombreros, pañuelos o gorros no solo protege el cuero cabelludo, sino que también reduce la exposición directa de la fibra capilar al sol, siempre mejor si estos accesorios están fabricados con tejidos UPF. 2. Evitar la exposición prolongada en las horas de mayor radiación: especialmente entre las 12:00 y las 16:00 horas. 3. Utilizar productos hidratantes y reparadores: mascarillas, aceites y acondicionadores con ingredientes nutritivos pueden ayudar a restaurar parte del daño estructural causado por el sol. 4. Limitar el uso de herramientas térmicas: el uso frecuente de planchas, secadores y rizadores puede agravar el daño producido por la radiación solar. 5. Lavar con suavidad: utilizar champús suaves y evitar el lavado diario puede conservar los aceites naturales del cabello, que tienen una función protectora. Conclusión La protección solar capilar no es un mito. Es una necesidad cada vez más evidente a medida que entendemos el impacto real que la radiación solar tiene sobre la estructura, el color y la resistencia del cabello. Aunque la fibra capilar no siente ni reacciona como la piel, su degradación tiene consecuencias estéticas importantes que afectan la imagen personal y el bienestar emocional de muchas personas. En este contexto, es clave fomentar la educación del consumidor sobre el daño solar en el cabello y desarrollar productos más eficaces, sensorialmente agradables y con métodos de evaluación estandarizados. Hasta entonces, la combinación de buenos hábitos, protección física y el uso responsable de productos especializados representa la mejor estrategia para cuidar la salud y la belleza del cabello bajo el sol. BIBLIOGRAFÍA: E Hoting, M Zimmermann and S Hilterhaus-Bong, Photochemical alterations in human hair. 1. Artificial irradiation and investigation of hair proteins, J Cosmet Sci 46 85-99 (1995) C Dubief, Experiments with hair photodegradation, Cosm & Toil 107 95-102 (1992) J Jackowicz and RL McMullen, Tryptophan fluorescence in hair–Examination of contributing factors, J Cosmet Sci 62 291-304 (2011) JM Dyer, JE Plowman, GL Krsinin, S Deb-Choudhury, H Koehn, KR Millington and S Clerens, Proteomic evaluation and location of UVB-induced photo-oxidation in wool, Photochem Photobiol 98 118-127 (2010) T Takahashi and K Nakamura, A study of the photolightening mechanism with visible and ultraviolet light, J Cosmet Sci 55 291-305 (2004) FJ Wortmann, C Springob and G Sendelbach, Investigations of cosmetically treated human hair by DSC in water, J Cosmet Sci 53 219-228 (2002)

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