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Corporal fv 41 farmaventas Partiendo de que la salud comienza desde los pies, los profesionales de farmacia deberían complementar su formación para reconocer las patologías que pueden alterar la salud de los pies y ofrecer a sus clientes las soluciones para su tratamiento y cuidado diario, recomendando productos especializados que cubran adecuadamente sus necesidades y mejoren su impacto en la salud integral. Conviene señalar también la diferencia que hay con la piel del rostro, las manos o el resto del cuerpo. La piel de los pies tiene mayor grosor, carece de pelo, posee más células adiposas en su capa más interna para amortiguar los impactos y soportar el peso de nuestro cuerpo, tiene mayor concentración de glándulas sudoríparas y muy pocas o ninguna glándula sebácea, comparada con la piel del resto del cuerpo, lo que les hace ser más propensos a la sequedad y a la proliferación de queratosis en los puntos de mayor apoyo o roce. De esta forma, se exponen a una mayor fricción al andar, lo que hace que precisen de una protección más robusta. Uno de los problemas que más se atiende en la farmacia está relacionado con los problemas de transpiración crónica, llamada hiperhidrosis plantar. Dado que los pies tienen más de 250.000 glándulas sudoríparas, pueden manifestar una sudoración excesiva y constante, incluso sin haber realizado una actividad física. Cierto es que se sufre mucho más esta patología cuando se lleva calzado muy cerrado y poco o nada transpirable, por estar fabricados con materiales sintéticos, o en las épocas del año más calurosas, donde, a pesar de llevar sandalias, los pies resbalan por la humedad que generan. Y aunque la sudoración es un proceso normal y necesario para el cuerpo, debe controlarse adecuadamente para evitar la proliferación bacteriana y daños mayores en la piel. Por todo esto, para cuidar la piel de los pies, no valen todos los productos, es importante que el farmacéutico sepa diferenciar y recomendar aquellos que se han desarrollado específicamente para el tratamiento de las diferentes patologías que se le presentan como una consulta clínica de mostrador y también para el mantenimiento diario. Esto es lo que verdaderamente les va a diferenciar y va a fidelizar la “categoría de pies” en su farmacia. Dar soluciones efectivas y eficaces a problemas reales que no pasan en muchos casos por la consulta de un especialista, siempre considerando que, una vez hecha la valoración inicial, si es necesario, se derive el paciente al podólogo para que éste prescriba el tratamiento a seguir y recomendar que se revise los pies al menos una vez al año por estos especialistas. El farmacéutico debe también hacer recomendaciones básicas a los pacientes, como: la limpieza e higiene diaria y el buen secado entre los dedos de los pies y El cuidado de los pies no es solo estacional “ La piel de los pies tiene mayor grosor, carece de pelo, posee más células adiposas en su capa más interna para amortiguar los impactos y soportar el peso de nuestro cuerpo, tiene mayor concentración de glándulas sudoríparas y muy pocas o ninguna glándula sebácea” Se debe realizar la hidratación con productos específicos.

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