FS209 - Farmaventas

La obesidad es una enfermedad multifactorial crónica compleja en la que intervienen tanto factores intrínsecos como extrínsecos. La definición clásica de obesidad se refiere a un aumento de la grasa corporal y, actualmente, se acepta la definición como una enfermedad que se origina como resultado de la disfunción del tejido adiposo ocasionada por la acumulación excesiva y/o anormal del mismo. Esta disfunción del tejido adiposo afecta tanto a su función como órgano almacenador del exceso de energía en forma de lípidos como en su función como órgano endocrino. Este exceso de adiposidad (no solo la subcutánea si no también la visceral) está asociada con un mayor riesgo de enfermedades concomitantes como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias… Principales factores que intervienen • Componente genético y metabolismo basal. • Estilo de vida sedentario, con trabajos de patrón sedentario. • Estrés, ansiedad. • Alteraciones del sueño. • Alimentación emocional (por impulsos o a atracones). • Desigualdad social, dificultad para acceder a ciertos alimentos frescos. Por ejemplo, en la última década hay un aumento considerable del consumo de bollería y productos ultraprocesados, mientras que el consumo de frutas, verduras y pescado ha disminuido drásticamente (por falta de recursos, por nivel educativo, por estilo de vida…). • Estado de la microbiota intestinal. • La toma de ciertos medicamentos, que puede inducir un aumento de peso (corticoides, antipsicóticos, etc.). Hay que tener en cuenta que, además, las personas que viven con sobrepeso o con obesidad se enfrentan habitualmente al estigma social que ello supone y a las falsas creencias y a la estigmatización, por lo que la educación sanitaria y la prevención juegan un papel clave. ¿Qué rol puede tener el farmacéutico en el proceso de control de peso? • Valoración del estado nutricional: con datos sencillos como el Índice de Masa Corporal (IMC), el perímetro abdominal y preguntas sobre los hábitos dietéticos del paciente. Aquí es muy importante escuchar de forma activa al paciente y sin juzgar, conseguir ser un apoyo en el proceso. De forma tradicional, la principal medida antropométrica que se ha utilizado para evaluar la obesidad ha sido el IMC -> se calcula con el peso en kilogramos (kg) dividido por la estatura al cuadrado (m²). – Grado I (Obesidad leve): IMC 30-34,9 kg/m² – Grado II (Obesidad moderada): IMC 35-39,9 kg/m² – Grado III (Obesidad grave): IMC 40-49,9 kg/m² – Grado IV (Doble obesidad grave): IMC ≥ 50 kg/m² Y, aunque es una medida sencilla, tiene limitaciones: no mide la grasa corporal ni su distribución, no distingue entre hombres y mujeres, etc. Por lo que las recomendaciones de la OMS 37 ESPECIAL YYY ESPECIAL CONTROL DE PESO

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