“Es fundamental que el paciente intente tener una actitud adecuada y valore la reincorporación como un paso más hacia su recuperación, teniendo en cuenta la tolerancia y flexibilidad consigo mismo, así como no dejar que el miedo o la ansiedad anticipatoria se apodere de la situación. Por su parte, desde el entorno laboral también es importante que se fomente la empatía y se ayude a la normalización, posibilitando una incorporación progresiva y paulatina al trabajo”, explica Marta de la Fuente, psicooncóloga de MD Anderson Cancer Center Madrid.
Y es que la reincorporación laboral de las personas con cáncer supone, además de una normalización del día a día, una reafirmación de su aportación como miembro activo de la sociedad. Investigaciones recientes reconocen que la flexibilidad horaria por parte de la empresa, la edad del paciente, la ausencia de secuelas y un buen seguimiento médico son las claves principales que facilitan la vuelta al trabajo.