Carmen Corpas, miembro del Instituto Dermae y vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COF de Madrid, explica que “la tendencia general es que, a medida que tienen más edad, los españoles acuden con mayor frecuencia a la farmacia para obtener sus fotoprotectores” y dice que se debe a la mayor concienciación de la importancia de cuidar la piel, “principalmente por los problemas de salud asociados a la exposición solar”. Añade que “el farmacéutico es el profesional sanitario más cercano a la población y con cualificación para recomendar qué producto es el más adecuado para cada persona según su tipo de piel y actividad”.
A la hora de pedir consejo sobre fotoprotección, un 36% de españoles lo solicitaría al dermatólogo, mientras que el 32% lo haría al farmacéutico. La farmacia es el lugar preferido por jóvenes y mayores, mientras que las personas de edad media prefieren la consulta del dermatólogo. Sin embargo, dos de cada diez españoles (18%) creen tener la suficiente información sobre fotoprotección, aunque, en la práctica, no utilizan el producto adecuado para su tipo de piel ni mantienen hábitos correctos, porque no emplean la cantidad suficiente, dejan zonas desprotegidas y se olvidan de repetir la aplicación cada dos horas y tras el baño.
Con la llegada del verano, los expertos dermatólogos advierten de la necesidad de utilizar fotoprotectores avalados científicamente para hacer frente a los efectos nocivos de la radiación UV y la infrarroja A (IR-A) que emite el sol. FV
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